Canon 7D Underwater Test Video - Berkley White from Berkley White on Vimeo.
lunes, agosto 30, 2010
viernes, agosto 27, 2010
La belleza del horror
Un niño empapado sobre un fondo difuminado. El agua que le cala hace resaltar su piel morena, su abdomen y su ombligo hinchado. También el amarillo intenso de los mangos que sostiene en sus brazos a modo de capazo.
Las lágrimas recorren el rostro en primer plano de una niña. Mira a cámara fíjamente y llora porque le acaban de pinchar la inyección contra la enfermedad del sueño. Sus ropajes, aunque desenfocados, llaman la atención por su colorido exótico.
Una porción de tierra con forma y textura de pan de pita está rodeada por completo de un agua marrón. O gris. Sobre el pan de pita se ve una estampa casi de belén navideño. Unos pocos animales, un chamizo, lo que parecen unas figuritas con forma humana. Son humanos de verdad, una familia aislada en su granja y la foto está tomada desde un helicóptero de la Armada.
Las impactantes instantáneas del desastre natural y humano de Pakistán o el artículo de fondo dedicado a la situación calamitosa de la República Centroafricana, ambos en El País del domingo pasado, son sólo dos ejemplos de cómo nuestro mundo es capaz de arrancar destellos de belleza en el más absoluto de los desastres. Es más, muchas veces parece que es más sencillo encontrarla en este tipo de situaciones que en lugares de paz, equilibrio y orden. ¿Cómo es posible esta paradoja? ¿Es un acierto del fotógrafo inspirado? ¿Es aconsejable publicar este tipo de imágenes que a lo mejor no son capaces de apelar a la reflexión? No tengo respuestas, como casi siempre. Yo, por si acaso, prefiero dejar este post sin fotos. Las que describo al principio, y algunas otras que acompañaban los reportajes, eran excelentes fotografías. Sin embargo, algo en mí se extrañó mientras pasaba las páginas. Me interesaba la composición, el colorido, la decoración, y no acertaba a entender del todo que ahí dentro había drama a flor de piel, la representación del dolor de millones de personas. Había demasiada perfección entre tanto caos. Todas parecían una puesta en escena. Seguro que los foteros no tienen la culpa, ni de coña, son buenísimos, pero es la sensación dada. Los niños haciendo cola en los campamentos. La gente chapoteando en el fango. La desnutrición personificada. Las siluetas del esfuerzo y la supervivencia. Los ojos. Bueno, esos ojos no son los de unos actores. Son de verdad.
Para completar: las mejores imágenes del World Press Photo 2010
Las lágrimas recorren el rostro en primer plano de una niña. Mira a cámara fíjamente y llora porque le acaban de pinchar la inyección contra la enfermedad del sueño. Sus ropajes, aunque desenfocados, llaman la atención por su colorido exótico.
Una porción de tierra con forma y textura de pan de pita está rodeada por completo de un agua marrón. O gris. Sobre el pan de pita se ve una estampa casi de belén navideño. Unos pocos animales, un chamizo, lo que parecen unas figuritas con forma humana. Son humanos de verdad, una familia aislada en su granja y la foto está tomada desde un helicóptero de la Armada.
Las impactantes instantáneas del desastre natural y humano de Pakistán o el artículo de fondo dedicado a la situación calamitosa de la República Centroafricana, ambos en El País del domingo pasado, son sólo dos ejemplos de cómo nuestro mundo es capaz de arrancar destellos de belleza en el más absoluto de los desastres. Es más, muchas veces parece que es más sencillo encontrarla en este tipo de situaciones que en lugares de paz, equilibrio y orden. ¿Cómo es posible esta paradoja? ¿Es un acierto del fotógrafo inspirado? ¿Es aconsejable publicar este tipo de imágenes que a lo mejor no son capaces de apelar a la reflexión? No tengo respuestas, como casi siempre. Yo, por si acaso, prefiero dejar este post sin fotos. Las que describo al principio, y algunas otras que acompañaban los reportajes, eran excelentes fotografías. Sin embargo, algo en mí se extrañó mientras pasaba las páginas. Me interesaba la composición, el colorido, la decoración, y no acertaba a entender del todo que ahí dentro había drama a flor de piel, la representación del dolor de millones de personas. Había demasiada perfección entre tanto caos. Todas parecían una puesta en escena. Seguro que los foteros no tienen la culpa, ni de coña, son buenísimos, pero es la sensación dada. Los niños haciendo cola en los campamentos. La gente chapoteando en el fango. La desnutrición personificada. Las siluetas del esfuerzo y la supervivencia. Los ojos. Bueno, esos ojos no son los de unos actores. Son de verdad.
Para completar: las mejores imágenes del World Press Photo 2010
miércoles, agosto 25, 2010
¡¡VIVA LAS VEGAS!!
Nos va la inconstancia y la falta de disciplina. Quién sabe si con este vídeo, aún continuando con el hilo de entregas relacionadas con California y sus entretelas, no estaremos destapando una serie de entregas picantonas y de contenido ruborizante. Veremos. Por ahora les dejamos con esta maravilla extraída de la colección The Fashion Body de SHOWstudio: los pechos de la fotógrafa Alice Hawkins (no los suyos, sino otros...).
Lo dicho, pinchen sobre la imagen: ¡¡Viva Las Vegas!!
Lo dicho, pinchen sobre la imagen: ¡¡Viva Las Vegas!!

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Alice Hawkins,
California,
Resacón en Las Vegas
martes, agosto 24, 2010
Chaparrón de estrellas en Joshua Tree
Les ofrecemos una magnífica muestra de la técnica del time-lapse tan empleada últimamente gracias también a las posibilidades de las nuevas cámaras fotográficas de última generación. Además, a la espera de próximas crónicas que resuman y testimonien nuestro periplo californiano, qué mejor escenario que el desierto de Joshua Tree.
Joshua Tree Under the Milky Way from Henry Jun Wah Lee on Vimeo.
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Joshua Tree
viernes, agosto 13, 2010
Visitar el Imperio provoca resaca

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La historia de las cosas
martes, agosto 10, 2010
Gainsbourg, el provocador. Gainsbourg, el seductor.
Érase un hombre a una gran nariz pegado. Debajo de ella, un cigarro perenne. Sobre la gran nariz y el cigarro humeante, unas bolsas que acumulan noches insomnes de piano y sábanas revueltas. A los lados, enormes orejas para un ser tan insignificante. Una gabardina. Un susurro. Con esta breve descripción uno podría empezar a conocer al personaje, pero ni siquiera la película Gainsbourg, vida de un héroe puede hacer que conozcamos de verdad a Lucien Ginsburg, esa criatura inclasificable capaz del éxtasis y del sonrojo. Sin embargo, la primera película del historietista Joann Sfar es un entrañable y original acercamiento a la biografía del compositor francés sin llegar a ser un biopic al uso. Sin triquiñuelas ni obsesiones cronológicas, el director elabora un personal y onírico colage desde su visión de fan y la cosa funciona. El armazón del (anti)héroe queda indemne gracias al asombroso mimetismo de Eric Elmosnino –veterano de la escena gala-, un auténtico clon del músico capaz de tener su misma caída de ojos pero también de interpretar sus temas sin ceder peso artístico. Por su parte, las féminas que acompañan al devorador de mujeres embellecen aún más la puesta en escena, cuidada y clásica a la vez sin llegar a sobrepasar los 700 planos en total. ¡Menuda está Laetitia (curiosamente una canción del mismo Serge Gains) en su papel de la Bardot! Una pena la tragedia de Lucy Gordon, que encarnó a Jane Birkin poco antes de quitarse la vida. Además, en la peli no falta el humor, socarrón, cirroso y hasta infantil del protagonista y de su misma familia. En definitiva, un delicioso entretenimiento veraniego para detenerse un rato o alargar las noches calentorras que nos asolan al compás de los susurros de este pequeño gran refinado cavernícola.
Uno de los episodios más insolentes de Gainsbourg. La pobre Whitney Houston empeza a saborear el precio de la fama.
Voilà! Gainsbourg quema en directo un billete de 500 francos.
Voilà! Gainsbourg arremete con una versión reggae de La Marsellesa que creó un pelín de polémica. Cuando pujó por el manuscrito original del himno pudo demostrar que realmente tenía razón al cantar "Aux Armes et Caetera (A las armas, etcétera)"
Su Nazi Rock del disco Rock Around the Bunker
El Bonnie&Clyde con la Bardot.
Un hotel de lo más particular.
En contacto desde muy temprano con la cultura y las artes, Gainsbourg en seguida también empezó a frecuentar las calles y el ambiente del lumpen. El surrealismo, su encontronazo con Boris Vian y el redescubrimiento de sus dotes para la música acabaron de moldear al personaje. La mezcla agitada con talento en un contenedor que a la vez se autocastiga le convierte en un príncipe feo pero irresistible, galán y despojo, poeta y bufón. Todo un mito.
Uno de los episodios más insolentes de Gainsbourg. La pobre Whitney Houston empeza a saborear el precio de la fama.
Voilà! Gainsbourg quema en directo un billete de 500 francos.
Voilà! Gainsbourg arremete con una versión reggae de La Marsellesa que creó un pelín de polémica. Cuando pujó por el manuscrito original del himno pudo demostrar que realmente tenía razón al cantar "Aux Armes et Caetera (A las armas, etcétera)"
Su Nazi Rock del disco Rock Around the Bunker
El Bonnie&Clyde con la Bardot.
Un hotel de lo más particular.
En contacto desde muy temprano con la cultura y las artes, Gainsbourg en seguida también empezó a frecuentar las calles y el ambiente del lumpen. El surrealismo, su encontronazo con Boris Vian y el redescubrimiento de sus dotes para la música acabaron de moldear al personaje. La mezcla agitada con talento en un contenedor que a la vez se autocastiga le convierte en un príncipe feo pero irresistible, galán y despojo, poeta y bufón. Todo un mito.
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jueves, agosto 05, 2010
Otro momento infame de una época miserable: larga vida a El Ambigú

Con esta putada me deben varios cursos más de convalidación musical, ¿a quién los reclamo? Mi formación está básicamente forjada gracias a dos o tres de colegas, a mi lógico aunque mínimo porcentaje autodidacta y a El Ambigú. Tal cual. Joder, si los pocos pinitos que he dado en el mundo radiofónico los he dado interiorizando sin querer el soniquete de su inconfundible dicción. Estoy seguro de que echaré de menos el programa, pero no así a su conductor porque no le imagino fuera de micro demasiado tiempo. El problema es el lugar, ¿qué maldito lugar podrá acoger tanta independencia?
Como él mismo ha expresado, vivimos una “época miserable”, así que desde este mi humilde espacio libre (creo), en el que puedo dar codazos sin represalias (creo), ya me he desahogado. Ahí fuera apesta.
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Diego A. Manrique,
El Ambigú
miércoles, agosto 04, 2010
Subiendo el cierre
Saludos de nuevo desde el otro lado una vez que ya hemos rehecho el camino que nos ha llevado durante estas últimas semanas por el lado oeste de los iuesei. Para abrir la persiana a este mes agostero, un homenaje a la autopista 101, carretera icónica que atraviesa la costa de California de norte a sur. Así recuperamos uno de los singles del que todavía es el último disco de los Social Distortion hasta la fecha: Sex, Love and Rock 'N' Roll. Una vez más, canten conmigo (ejem, cada vez Repámpanos se parece más a una reunión de iglesia):
Take a drive baby up the coast, yea highway 101
I’ll pass Ventura and Santa Barbara too, just as fast as my motor runs
Gotta pocket full of memories, some happy and some are sad
Gotta girl standin’ by my side through the good times and the bad
Chorus:
Listen to the boulevard, listen to the falling rain
I believe in love now, with all of its joys and pains
Sick boy, sick girl, looking nice dressed up on a Saturday night
Take a walk downtown for a while and chase the pale moonlight
I can still hear the mission bells and the train rollin’ through your town
Gonna leave this world behind, we’re Southern California bound
Chorus: x 2
Listen to the boulevard, listen to the falling rain
I believe in love now, with all of its joys and pains
Follow the palm trees under the California sun
I believe in love now, I believe in love again
Take a drive baby up the coast, yea highway 101
I’ll pass Ventura and Santa Barbara too, just as fast as my motor runs
Gotta pocket full of memories, some happy and some are sad
Gotta girl standin’ by my side through the good times and the bad
Chorus:
Listen to the boulevard, listen to the falling rain
I believe in love now, with all of its joys and pains
Sick boy, sick girl, looking nice dressed up on a Saturday night
Take a walk downtown for a while and chase the pale moonlight
I can still hear the mission bells and the train rollin’ through your town
Gonna leave this world behind, we’re Southern California bound
Chorus: x 2
Listen to the boulevard, listen to the falling rain
I believe in love now, with all of its joys and pains
Follow the palm trees under the California sun
I believe in love now, I believe in love again
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Social Distortion
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