Todavía me dura el tembleque. Ayer por fin tuve la ocasión de ver
United 93, el último trabajo de
Paul Greengrass. Y, como leyendo la crítica del portal
Las Horas Perdidas no puedo sino corroborar cada una de sus opiniones y sensaciones, mejor será que os trasplantéis a su web y la leáis.
Un peliculón, un impresionante ejercicio de recreación cinematográfica basada en hechos crudos y reales como los del 11-S pero sin apoyarse casi en la dramatización. El director, oculto tras el estilo documental, organiza unas coreografías impecables y verosímiles, de gran mérito. Y, tras hora y media de tensión y ritmo palpitante, veinte minutos que dejan sin aliento. Angustiosa pero brillante.
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