miércoles, febrero 13, 2008

Tanta imperfección

No preocuparse, ya estoy aquí. Mi dilatada ausencia se debe a mi enclaustramiento voluntario con el fin de adquirir aún más sabiduría. Entre volúmenes enciclopédicos de ciencia y saberes arcanos me paso día y noche, y mi ocio se reduce a mínimos contactos con la actualidad a través de escapadas furtivas a salas de fiestas y cines de extrarradio.

En fin, que la última de estas aproximaciones con el exterior me ha llevado a ver En el valle de Elah, la última peli de Paul Haggis. Si bien Crash me pareció la obra de un listillo, una película un tanto mentirosa y manipuladora, he de reconocer que aquí está mucho más acertado. De hecho, la película me entusiasmó. Además de contar con un gigante como Tommy Lee Jones, un tipo que cada vez me gusta más, con una solvente Charlize Theron y con una siemprealquite Susan Sarandon, es difícil cuestionar el valor propio del director y también guionista. La historia es suya y la sabe llevar hasta el final sin la retórica y la panfletería encubierta de su anterior éxito. Dota a los personajes, sobre todo al interpretado por un cada vez más agrietado Lee Jones, de capacidad de rectificación en unos tiempos de valores absolutos y de posicionamientos irrenunciables. Esa es tal vez la cualidad más sobresaliente de la película, la de haber construido unas personalidades imperfectas capaces de reconocerse y de superarse con humildad. Hasta el carácter más fuerte, el forjado durante años con mano de hierro en un ejército salvador, puede resquebrajarse y darse cuenta de que su país no es tan perfecto, de que su hijo no es tan perfecto y, lo que es más importante, de que él mismo tampoco lo es. Por eso la película sale de la escena final no sólo indemne sino reforzada, demostrando Haggis que un solo plano bastaba para cargarse todo lo anterior o para encumbrarlo. El espectador, yo al menos, sopla de alivio al constatar que la elección ha sido la correcta, a un paso de haber montado en cólera ante lo que hubiera sido un intragable ejercicio de cinismo patriotero.

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