lunes, mayo 30, 2011

martes, mayo 24, 2011

Apuesta de un humilde madrileño

No creo ser un oráculo pero vayamos con una bonita porra:

1-Mariano Rajoy será el próximo presidente del gobierno
2-Alberto Ruiz-Gallardón será ministro de su gabinete (si este supuesto no se cumple, a este señor le dará un buen berrinche tras demostrar sus encomiables dotes para el peloteo)
3-Ana Botella será la próxima alcaldesa de Madrid
4-Un servidor se mudará a Invernalia, donde gobiernan los Stark.

jueves, mayo 19, 2011

Chaval: deja la democracia para los profesionales

Foto del mensaje
Un cartón-lema instalado en San Sebastián por la gente de Democracia Real Ya
Tal vez un eufemismo, o no tanto. Ya pronunció Fraga algo similar hace no demasiado. Ustedes a lo suyo, que ya nosotros les solucionamos la vida. Dejen de dar el coñazo. ¿A quién se le ocurre meterse en política sin ser político? Pensamientos que se llevan a la práctica en esta vida que tenemos hoy en día. Una vida que es un horror mientras votes a don fulano, pero una vida que no está tan mal y por la que no hay derecho a quejarse si dejas de votar a don mengano. Que tampoco hay que ponerse así. Hoy eres un parado indignado, mañana un vago pulgoso al que hay que fumigar. Cuán volátil es la existencia de la plebe. Juventud, divino tesoro. Esta juventud... Entonen la cantinela que más les ponga. Total, al fin y al cabo, el borrego es el borrego. Mira los moritos qué majos cómo pelean por su democracia. Mira qué asco de gentuza que va contra la ley y el sistema. Y además, qué pintas. Bueno, por lo menos nos queda el consuelo de saber que Jaime de Marichalar ha vuelto a dejarse ver entre el famoseo que acude a los desfiles parisinos. Por cierto, ¿sabían que Cristina Tavío, candidata a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife por el PP va en cabeza de las elecciones a Miss 22-M según los votos de los usuarios de la web del diario ABC? Oig, qué me dices... Lo que oyes, chica.

martes, mayo 17, 2011

Arte, crisis, utopía y ciudadanos del mundo


Llevaba tiempo queriendo calzaros al personaje JR, artista callejero especializado en el gran formato. Enormes superficies al aire libre empapeladas de fotografías, por lo general gigantescos rostros en blanco y negro. Grafitero frustrado, activista formado en las trincheras de los suburbios parisinos, en aquellos disturbios acaecidos a mitad de la década pasada y que mostraron al mundo el lado menos glamouroso de la sociedad francesa, JR es, como la mayoría de las estrellas del street art, un personaje artificial, un héroe o supervillano creado con dosis de audacia y engreimiento pero cuyo perfil le sirve para poder desarrollar su actividad dentro o fuera del sistema, según convenga. El reportaje que le dedican en la última edición de El País Semanal ha desencadenado que esté aquí con nosotros, justo en un momento en el que el mundo parece empezar a desperezarse tras una larga siesta, parece empezar a querer hacer cosas, algo, lo que sea, en grupo o en solitario, pero siga tardando demasiado en descubrir por dónde quiere abrir el melón.
El sector de la sociedad capaz de movilizar acciones concretas ha perdido definitivamente la fe en encontrar líderes en los espacios tradicionales como la política e incluso en los medios de comunicación de masas. Los movimientos ciudadanos siguen existiendo pero cada vez tienen más difícil disipar las densas cortinas de humo que les impiden ver y seguir avanzando. Las líneas divisorias de buenos y malos se difuminan. Ni siquiera el capitalismo da la cara como antaño sino que consigue reinventar su juego de espejos. Las alternativas mueren de inanición e incompetencia. El idealismo deja de ser una fuente de inspiración y se convierte en un lujo. Mandan los de siempre y campana y se acabó. Además está la cosa del estado del bienestar y de la amenaza de su desmantelamiento. Y la cosa de los negritos de África, muchos con hambre de pan, muchos también con hambre de libertades. Pesimismo a tope. Europa ha muerto y el jefe del FMI es un desequilibrado sexual. Hay elecciones democráticas y el escenario resultante da escalofríos. No hay contrapesos de ninguna clase, ni sociales, ni éticos, ni mucho menos económicos. Total, que por ahora nos conformamos con manifestaciones como las convocadas por Democracia Real Ya y las impactantes imágenes de JR, un chaval que no llega a la treintena y que combate la injusticia cubriéndola de arte de carne y hueso.







lunes, mayo 09, 2011

Por lo civil o lo criminal... ¡los Bad Boys!


La falta terrible y antideportiva de Andrew Bynum en la humillante eliminación de los Lakers (a estas horas trending topic, of course) me ha llevado a recordar a los que realmente siguen siendo los únicos malotes de esto. Tipos pendencieros ha habido muchos, sigue habiendo y llegarán más a la NBA, tatuados hasta la nuez y con pinta de traficantes de crack, pero como los Bad Boys de finales de los ochenta imposible. Aquellos Detroit Pistons de Dennis Rodman, Rick Mahorn y el gran Bill Laimbeer, con Isiah Thomas al frente junto a su escudero Joe Dumars y Chuck Daly en el banco eran duros, muy duros. También eran buenos, pero nos quedará para siempre este bonito repertorio de hostias, enganchones, tanganas, chulerías, desplantes y mala baba. Da igual que el de enfrente fuera Michael Jordan o un animalito de 150 kilos de peso con una cabeza más de altura, la cuestión es que eran intratables. Ellos eran los Bad Boys. Punto. Disfruten con palomitas.




viernes, mayo 06, 2011

Ohhhh... y Obama no llegó a Barlet. ¿O sí?

Bueno, pocas pruebas de fuego con más calado tenía Obama para distanciarse de la era Bush anterior. El enemigo público número 1, el hombre que hizo tambalear los cimientos de América, el símbolo del terror islámico Osama Bin Laden fue localizado y, en el trascurso de una operación hasta el momento poco transparente, fue abatido. Muerto. "Hoy es un buen día para Estados Unidos", así se dirigió a la nación. Para la popularidad del primer presidente negro de la historia de su país y premio Nobel de la Paz en 2009 sí lo fue. Para la tranquilidad de muchos también. Para algunos de los que creyeron en él por razones muy determinadas, suponemos que no tanto. ¿Qué habría hecho George W. Bush en su lugar? Lo sospechamos. ¿Qué habría hecho el presidente Barlet, el líder del mundo libre en la ficción de El Ala Oeste de la Casa Blanca? Tener espantosos dilemas de conciencia. Pero ojo, posiblemente hubiera dado el okey. ¿Habrá tenido Obama la misma comedura de tarro? ¿Habrá pasado más de una madrugada en vela comiendo tarta de la nevera de su residencia privada? De hecho, algún caso similar salpicó a la administración de Martin Sheen. En cualquier lugar, una vez más la realidad y la fantasía (aunque ficción y fantasía sean normalmente extremos antagónicos) se han visto entremezcladas. Lástima no haber asistido a otro desenlace, aunque fuera un Happy End menos machote.

La comentadísima escena de la Situation Room