miércoles, noviembre 17, 2010

Conejitas a la deriva

Esto va de mal en peor. La crisis no respeta nada, ni los símbolos más incólumes. De todos es conocida la mala situación financiera que lleva afectando desde hace tiempo a la revista Playboy. El imperio, sin el control pleno de nuestro adorado Hugh Hefner, está en caída libre. Así lo evidencian las últimas cifras de facturación que indican un descenso del 10% de sus ingresos netos para el segundo trimestre de este año. Descenso del número de tirada, reducción de la demanda de formato audiovisual, disputas legales, recortes de plantilla... La cosa no va bien y hasta Penthouse acecha con hacerse con el paquete -ya empezamos- mayoritario, ante la reciente puja del fundador del batín rojo por recuperar el timón de sus conejitas.
Pues ahora, por si fuera poco, la última tragedia es que Playboy saca a subasta la mayor parte de su colección artística. El 8 de diciembre, la sede de Christie's en Nueva York será el escenario de la escabechina que además ya ha sido titulada: The year of the Rabbit. Qué pena más grande. Además de las eternas sesiones fotográficas de Marilyn Monroe, incluida la icónica primera portada de la revista, de los desnudos de Cindy Crawford o de las mejores playmates, el catálogo abarca obras deslumbrantes de los surrealistas Dalí o Tom Wesselmann, sus famosos labios, o de Alberto Vargas, maestro del estilo pin-up.


Vale, me han pillado. Todo este rollo no es más que una excusa para poner unas cuantas fotos cachondonas.

Ante la sede, ya desaparecida, de Playboy en la Quinta Avenida de Nueva York. Efectivamente, la cara pixelada es mía.

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