jueves, diciembre 28, 2006

Blog necrológico: sin JB no bailo

Una pena. Da la sensación de que cada vez que un tipo famoso pasa a mejor vida aquí estamos para hacerle su obituario de fan. Y este no es lo que se dice un blog hiperactivo. Pero es que la ocasión de nuevo pide unas palabras. Se trata de la desaparición de James Brown, claro está. The Sex Machine cesó definitivamente su frenética existencia la noche de Navidad, dejando huérfano el cetro del soul y el funk. Un coloso de la interpretación, de una sudorosa puesta en escena, un macho cabrío que fue capaz de ser referente de unas cuantas generaciones y de no menos géneros, desde el rock & roll al hip-hop, un perfeccionista del show y del hedonismo, un yonky de las tablas y de otras muchas cosas. El Apollo y las gentes de Harlem están de luto, el Padrino negro ha muerto.

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