jueves, enero 29, 2009

Este sí es un post interesante: la vida en el garaje

No, no voy a hablar de Mudhoney o de los Sonics, sino de párquines (nótese mi fidelidad a la voz recomendada por la RAE), esos lugares extraños con los que gente motorizada y sensible como yo tiene una relación encontrada, casi enfermiza. No entiendo que haya seres humanos que sin pensárselo dos veces, sin apenas unas vueltecitas a la manzana, encaren la rampa que conduce al submundo. Allí abajo no hay nada bueno, y encima se paga. Vaya que si se paga. Allí abajo espera un claustrofóbico estrato de hollín, humedades y ecos aterradores. Unos pasos que se acercan. Un motor en ralentí al acecho. Un runrún de motor de ventilación. Vale que entre sombras fuera escenario de las revelaciones afónicas de Garganta Profunda a Woodward y Bernstein. Vale que William Dafoe se lo montara con Madonna en El Cuerpo del Delito. Pero un párquing siempre será un párquing. ¿O no? En realidad, desde la vocación pedagógica y divulgativa de este foro, nos proponemos demostrar que un garaje puede ser otra cosa. En tiempos en los que medio palmo de plaza asfaltada bajo suelo se cotiza a precio de oro, bien vale una apuesta por el párquing moderno y racionalizado. Ya es hora de echar abajo, más abajo, la delirante distribución de estos espacios de tortura gestionados por mentes maquiavélicas y sin escrúpulos, mentes privadas o públicas. Derribemos la barrera y saludemos a una nueva experiencia.

Imágenes cedidas por nuestros amigos de Coolhunter. Cedidas o robadas, no sabría decirles.

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