miércoles, abril 15, 2009

Control y descontrol

Cosas que pasan. Los fans españoles de Joy Division han tenido que esperar casi dos años para ver en la gran pantalla el biopic de Ian Curtis, Control. Estrenada en Cannes del 2007, la peli de Anton Corbijn tuvo el beneplácito de la crítica e incluso el de los antiguos miembros de la banda. Confeccionada a partir de las propias vivencias del director y fotógrafo holandés, así como de las memorias de Deborah Curtis, Touching from a distance, Control es un sincero y cuidadoso acercamiento a un mito, a un mártir de la historia de la música. Que conste que no he querido poner 'un mártir más', que se me cabrearían. Cierto que su retrato por momentos es algo indulgente, ñoño en el caso de los personajes colaterales, pero la fotografía, la fidelidad de la recreación de los escenarios y de las actuaciones musicales, y el peso de las canciones compensan la entrada. O ver al charlatán de John Cooper Clarke (el tipo que abría los conciertos de Joy Division, Sex Pistols o The Fall lanzando parrafadas inconexas y aceradas a todo trapo) interpretándose a sí mismo.



Por otra parte, no me resisto a publicar esta foto imposible de Phil Spector, recientemente declarado culpable de homicidio en segundo grado... y de muchas más cosas a juzgar por su aspecto.

No hay comentarios: