lunes, enero 17, 2011

2011 y el futuro


En plena bisagra con la nueva década y en tránsito por la crisis global, muchos se plantean el año 2011 como un año de desafíos, la mayoría de ellos tecnológicos aplicados al bienestar de la sociedad. En estas cuitas, se me plantean unas cuantas reflexiones. Una de ellas: la historia, desde que el mundo es mundo, siempre se ha debatido como una tensión entre varios sectores de la sociedad, contrapuestos frontalmente, friccionando mientras el planeta a duras penas continúa avanzando. Desde siempre, un sector de la sociedad se ha opuesto al sufragio universal, a las libertades civiles, a la igualdad de razas y a la libertad de credo, al divorcio, al derecho a utilizar métodos anticonceptivos para evitar enfermedades o embarazos no deseados, al matrimonio entre personas del mismo sexo, a la muerte digna. ¿Siempre ha sido el mismo sector? El caso es que, con dificultades y, sobre todo, con mucho retraso -en algunas partes del mundo, a la espera todavía de que lleguen-, estos avances sociales se han ido imponiendo. Pero aún quedan espacios por conquistar. ¿El mundo seguirá permitiéndose dilatar o aplazar decisiones tan relevantes? ¿Qué pasaría si la tensión entre esos sectores o la tensión impuesta por uno solo disminuyera y dejara que la sociedad avanzara con más fluidez? ¿Será necesaria esta dilación para que la cosa funcione? Una vez más, preguntas. ¿Alguna respuesta? El eco de la red me contesta.

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