jueves, septiembre 18, 2008

Un lío: golpe al sistema

La bolsa hace crack. Los bancos se van al carajo. Los inversores van al psiquiatra.
Yo no apuesto. Estoy salvado. De momento, amiguito.

Los adalides del capitalismo llevan 19 años jactándose de que el comunismo no funcionó. Ahora, nadie sale a la palestra a excusarse porque su sistema tampoco es precisamente infalible. Tal vez no lo hacen porque en realidad el sistema se mantiene en pie, incólume, a pesar de que lo que realmente se desploma son parte de sus cimientos. El sistema nunca pierde. Menuda novedad.

Los empresarios piden al gobierno que cambie el modelo. El mundo al revés. Cuando todo marcha, los representantes del capital no quieren saber nada de controles. Que el estado ni les toque, ni les mire, ni les eche el aliento. Cuando la cosa se tuerce, entonan el “jefe, algo habrá que hacer”. Ahora se dirigen a Zapatero y le solicitan un cambio circunstancial. Zapatero les responde que cree firmemente en el modelo implantado, el de la libertad de empresa. Pues estamos apañados.

La paradoja de este bonito sistema de ecuaciones consiste en la privatización de los beneficios y en la socialización de las pérdidas. Los agentes sociales se reúnen para estudiar la peliaguda situación. Malo. Habrá recortes en gastos. ¿Para cuándo recortes en beneficios? Lo dicho, mi fajo, a buen recaudo bajo el colchón o detrás del cuadro del pasillo.

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